Fundación de la Esclavitud

A continuación se puede leer el texto que se conserva de la fundación de la Esclavitud de Jesús Nazareno:

Fue el concurso tal, que aun los soldados apenas podian abrir calle para que rompiese el guion, que para este effecto se hizo, con el estandarte, ambos de tafetan doble morado, con vistosas guarniciones: rompia la procesion el Sr. Gobernador del Castillo Dn. Domingo Bernal con el guion, cuyos dos cordones llebaban los Sres. Thesoreros de este excrito, y Reyno Don. Thomas Joachin De Rivera, y Don. Angel de Bustamante:

Seguia Infinito pueblo todos con la luzque â cadauno su devocion lo dicto: luego entraba la Officialidad, assi mismo con luces, segui el estandarte, cuyas cintas llebaban el Sr. Conde de Plasencia, el Conde de Bureta y Don. Cristobal de Cordova, Mariscal de Campo, y el Marques de Villafranca, con todos los Caballeros de distincion, â que seguia toda la esclavitud, incorporada con los Religiosos, y en hombros de los Religiosos la Sta. Imagen, devajo de Palio y centreba la procesion el Presente con sus Ministros con ornamentos morados, y aun estos no pudieron quitar la devoción â muchas Señoras Mujeres, de que siguieron la procesión con luces en sus manos.

Entro con este orden por la puerta del Carmen, vajo por el Azoque, hasta el Mercado, subio por la Calle de Sta. Engracia, dio la vuelta por las Capuchinas y Descalzas , restringiendose tan lucido concurso por la puerta misma que avia entrando hasta dejar la Sta. Imagen en su Casa, cuya función dio fin al anochecer, dejando muchos la cera que avian llevado para que se acabase de dehacer al fuego de la devoción que avia en los pechos de todos cuantos avian concurrido.

Quedaron todos los pretendientes sumamente gozosos, y con maiores ansias de venir ya puesta en planta la esclavitud.
Se sacaron las constituciones, y para verlas se convocaron el día 7 de Junio de 1959, las que se leieron, y dejando lo mas conducente para el mejor arreglo, se determino pedir licencia , y confirmación Ittmo. Sr. Arzobispo de esta Ciudad Don. Fco. Iganacio de Añoa y Busto, para cuyo effecto señalaron â los Sres. Dn. Joseph Barta, Penitenciario en la Sta. Iglesia de Ntra. Señora Del Pilar, y Dn. Thomas Joachin de Rivera quienes consiguierón su deseo en breves dias, concediendoles la gracia para su Vicario general, el LicenciadoDn. Isidro de Isla, por un decreto dado en Palacio â 20 de Julio del mismo año:

Tamnbien se acordó en la misma Junta, se pidiese al Rmo. Pe. General de Trinitarios Descalzos Fr. Gaspar de Sto. Tomas de Aquino, la agregación de la Esclavitud a la confraternidad del orden de la SSma. Trinidad, para que lograsen los Esclavos de Jesus el Carmelo de Gracias, Indulugencias que gozan los Hermanos del dicho orden, quien no pudiendo negarse â tan devota suplica concedio su agregacion por un Decreto Despachado en Madrid el día 14 de Agosto del año presente de 1759; cuyo theson va inserto con las constituciones, acuerdo de la Junta, y Decreto del Sr. Vicario general que para noticia â los sucesores en la Esclavitus, son como se siguen:

Constituciones de la M Itte. Noble, y piadosa congregación de Esclavos de Jesus Nazareno sita en el Combento de PP. Trinitarios Descalzos de la Ciuda de Zaragoza.

Union de ella con la Confraternidad de la SSma. Trinidad, para cuyo fomento hán concedido los sumos Pontifices muchas, y singulares Indulugencias, y Privilegios , de que se dá aquí compendiosa noticia, para que como participes. Interesados en ella los Sres. Congregantes, las puedan tener presentes.

A vos soberano Señor de Cielo, y tierra, a vos, o dulcisimo Jesus adornado con el glorioso renombre de Nazareno, se dé toda gloria, y todo obsequio, vos, señor sois un divino Libro, según el pico dela mejor Aguila; cuyos caracteres ós alaban por dentro, y fuera, habiendose engrandecido el papel delo divino, con la cubierta dela gracia tan â lo humano, que yá queda en admirable confusión del discurso el primer titulo de Dios, y hombre verdadero: en esta hoja echó su ribrica la omnipotencia, reserbando â sí en lo interior el Libro tan oculta Philosophia; y ajustandose con la humanidad en la encuadernación, nós enseñó â venerar las cubiertas de la Feé: de este Libro señor cuias margenes nó alcanza el discurso, cuyos nuemeros no penetra el Ingenio, cuyas ojas, siendo una, tienen la distinción El que â todos admira, cuyos puntos nadir distingue por que en vós nó ay partes, ni tiempos, y en cuia ciencia el argumento deslumbra, pues solo un verbo dá que hacer â toda la Theologia, y solo el ser`buen Catolico, és lo que aprovecha, porque la inteligencia humana nada adelanta:

De este Divino Libro sea pues la gloria de la creaciónde Esclavos en su nueva Fabrica, pues en él és la Pasión de Jesús su principal Norte: Muchas c¡Ciudades de Europa, han estudiado, y estudian, por tan soberanas ojas; así lo gritan los Individuos de muchas Congregaciones erigidas para leér los sangrientos caracteres de Jesus con el titulo de Nazareno: Y envidiosa de compasiva esta siempre Itte, siempre Augusta, y siempre Devota Ciudad de Zaragoza, envidiosa digo, de ser que la corte de Madrid, y otros muchos pueblos se Esclavizan para maior culto de aquel que primero se hizo esclavo por la redención del mundo; há tratado de fundar una Esclavitud tan pia, en que se admiren competidas su Celo, su Devoción, y Chistiandad; para de este modo desagraviar los vilipendios, y ultrages de Jesus Nazareno, de aquel Padre de Piedades, de aquel simulacro, digo, â quien el Rey delos turcos Mulei Ismain, tomando orgullosamente el Presidio dela Mazmorra, entre las demas presas que cogio, llebó como Militar despjado una prodigiosa Imagen de Jesus Nazareno; al punto que la vio el Barbaro Rey, inchado, y banglorioso, comenzo â hacer exterminio dela Religión Chistiana, y â ultrajar en esta Sta.Imagen venerable su original. Esforzo sus enconos con especiales desprecios: la ataban sogas â su soberano cuello unas veces y otras a sus sagrados pies, y de este modo en confuso tropel, y voceria, la llebaban arrastrando por las calles dandole de palos, tirandole basura y piedras, y aumentando en cada instante sus afrentas: la echaron varias veces en hogueras, para que â violencias del fuego se redugese â cenizas, la arrastraron â Leones, para que haciendola pedazos entre sus garras, fuese despojo de su fiereza; pero el que permitio amontonadas las afrentas por los mismos, â quienes avia redimido dela culpa, nó permitioâ lo irracional viase su fiereza con su Imagen. En la ingratitud del hombre, cave, lo que no ejecuta lo insensible, ni lo irracional. Veian los miseros Captibos los ultrages, desde sus mazmorraz, oian la voceria con que llebaban â un Jesus entre voldonces, y afrentas, y se les arrancaban los corazones de dolor:lloraban, gemian y suspiraban entre las tinieblas de sus calabozos, mas no eran sus llantos atendidos:entre âflicciones, y congojas, admiraba tan barbara fiereza el mui Recdo. P.Fco.Pedro de los Angeles Trinitario Descalzo, que se hallaba en Mequinez, quien con religiosa y Chistiana arrogancia se offrecio â que le quemasen vivo, si no cumplia con lo que se estipulase en la Redención de Jesus Captivo.

Precedio un asombro en su rescate: y fue, que aviendose concertado dár igual peso de plata por el justisimorescate de aquella Arca de Dios cautiva; quiso Jesus Nazareno iluminar la ceguera del Moro, pesando solo treinta y tres reales en el fiel de este prodigio.
Ningun infiel dejaria de rendirse â esta verdad: ningun catholico puede ignorar el termino de la alusion.
O Imagen verdaderamente prodigiosa! Digno de explicacion Angelica, y no de tosca pluma.

De esta pues divino simulacro â echo la piedad de Zaragoza, â expensas de su devocion ardiente una viva Imagen, y tan parecida por lo milagrosa, estatua que aparece en ella , lo que servio al Autor ala Naturaleza, pues la deja la duda entre divina, y humanasu materia és madera, con grade propiedad, por que decia verle inseparable de la Cruz; su forma parece idea de superior espiritu, ô copia de aquel que dio su espiritu por nosotros; pues en el cabello, barba, vista, y rostro, es un vivo original de Jesus Nazareno, cuya modestia, gravedad y lastima, â ninguno obscurece su apacible misericordia.